Los naipes de la abuela
A lo largo de mi vida he tenido buenos amigos. Salí a mi abuela Salustia que aún después de sus 60 años continuaba organizando fiestas escandalosas en las que participaban decenas de ancianas que, en suma, debían acumular en sus cuerpos casi todas las enfermedades del mundo. Entre ellas recuerdo a una en especial, Conchita Jiménez, que bebía como cosaco sin perder el estilo ni la estabilidad. Cuando le preguntaban cuál era el secreto de semejante fortaleza ella respondía, seria como un enterrador, que el licor no le hacía efecto porque la mayoría se lo tomaba su marcapasos. Tanto sus hijos como el doctor que la atendía decidieron que la duración del marcapasos tendría que ser de cinco años pues dudaban que la anciana pudiera sobrevivir más allá de ese tiempo. Conchita Jiménez se quejaba porque estaba segura que viviría más años y no quería someterse de nueva cuenta a otra operación. Varias veces tuvieron que cambiarle el complejo marcapasos a esta mujer que vivió más de 90 años. Llevaba todos los marcapasos viejos en la bolsa y los sacaba a la menor oportunidad. Los colocaba sobre la mesa: ?¿Alguien quiere apostar a que me muero este año??, decía socarrona Conchita Jiménez.
Como mi abuela yo he perdido también muchos buenos amigos. La diferencia es que mientras los míos se iban simplemente al carajo, los de ella se metían para siempre en el ataúd. Es una tristeza que las amistades no duren para siempre. Tarde o temprano el desencanto se hace presente, la envidia, el hartazgo, la estúpida competencia, los celos llegan para quebrantar las amistades más sólidas. Me es imposible olvidar a las sexagenarias amigas de mi abuela sentadas alrededor de una mesa jugando naipes. No faltaban jamás a la partida, excepto cuando la muerte tocaba a las puertas de su casa. Viciosas como eran, si hubieran tenido oportunidad habrían continuado la partida encima del ataúd.
Haciendo sumas, la vida útil de un amigo está entre los cinco y los 10 años. Lo demás es drama mal llevado o hipocresía. Cuando los amigos comienzan a comportarse con la patanería de un familiar o el cinismo de un abogado lo mejor es enterrarlos de por vida. No hacerlo equivale a volver la vida más triste de lo que ya es. Una excepción: conservo una buena amistad con una persona desde hace 30 años sólo porque nos vemos para comer aproximadamente cada 12 meses. La razón de esta lejanía es que difícilmente tolero a los niños -mi amigo tiene tres- y su esposa cree que soy una mala influencia. Así he perdido varias amistades: porque sus mujeres creen que los llevaré por el mal camino. Y tienen razón.
Como mi abuela yo he perdido también muchos buenos amigos. La diferencia es que mientras los míos se iban simplemente al carajo, los de ella se metían para siempre en el ataúd. Es una tristeza que las amistades no duren para siempre. Tarde o temprano el desencanto se hace presente, la envidia, el hartazgo, la estúpida competencia, los celos llegan para quebrantar las amistades más sólidas. Me es imposible olvidar a las sexagenarias amigas de mi abuela sentadas alrededor de una mesa jugando naipes. No faltaban jamás a la partida, excepto cuando la muerte tocaba a las puertas de su casa. Viciosas como eran, si hubieran tenido oportunidad habrían continuado la partida encima del ataúd.
Haciendo sumas, la vida útil de un amigo está entre los cinco y los 10 años. Lo demás es drama mal llevado o hipocresía. Cuando los amigos comienzan a comportarse con la patanería de un familiar o el cinismo de un abogado lo mejor es enterrarlos de por vida. No hacerlo equivale a volver la vida más triste de lo que ya es. Una excepción: conservo una buena amistad con una persona desde hace 30 años sólo porque nos vemos para comer aproximadamente cada 12 meses. La razón de esta lejanía es que difícilmente tolero a los niños -mi amigo tiene tres- y su esposa cree que soy una mala influencia. Así he perdido varias amistades: porque sus mujeres creen que los llevaré por el mal camino. Y tienen razón.
Hola Fadanelli...He buscado y buscado , pero no encuentro tus libros. Una que quiere ayudar a tu economia y tu que note dejas. Puedes ayudarme?
7:13 p.m.
Fifí o no fifí?
6:58 p.m.
Qué no los amigos se cuentan con los dedos de una mano y hasta sobran?
12:33 p.m.
Señor Fadanelli:
Hace algún tiempo, en un diario alternativo, comentaron 2 libros suyos publicados por Anagrama: Compraré un rifle y La otra cara de Rock Hudson. Después de mucho buscar, encontré el segundo libro mencionado. Debo felicitarlo por apostar por el riesgo, una literatura que no teme escarbar en los túneles más extraños del ser humano, sin duda la característica clave de la buena literatura. El juego en la narración, principalmente cuando el narrador omnipresente nos ilumina el camino lleno de maleza por el cual se desplaza el Johnny Ramírez, el mismo que habrá de transitar ese niño que no es otro sino la sombra deforme del Johnny mismo. Lo felicito por sus libros y espero encontrar pronto más material suyo. Se despide desde Chile:
Simón Soto A
1:15 p.m.
Tienes razón willy. Lo malo con los amigos es que, a pesar de las recomendaciones de los ambientalistas de imprenta, con ellos no puedes aplicar el reciclaje. Como dicen por ahí, un poco cínicamente: la mejor forma de llevar una excelente amistad es no frecuentándose en lo absoluto.Que viva tu blog.
9:51 a.m.
Mi abuela hace el pan con queso mas sabroso de Cerro Azul, Veracruz...
Fiel lector y seguidor de tu literatura, es un agrado encontrar tu blog para seguirte la pista.
Saludos!
YZak
9:55 a.m.
Nos conocimos en Hermosillo en el encuentro Horas de Junio. Te invito a que visites mi blog: www.vividavida.blogspot.com
Saludos.
12:55 p.m.
Hola fadanelli, la neta no he leido nada tuyo pero tengo muy buenas referencias sobre tu trabajo. Estoy consiguiendo tus libros por ahi con varios amigos y tengo otros amigos escritores que les encanta tu obra (uno de ellos le decimos el doctor barbahan) Algun dia estaras por San luis Potosi??
Visita mi blog y deja un comentario no seas gacho, y publica mas seguido!! www.galvanii.blogspot.com
7:53 a.m.
Buen texto
12:31 p.m.
Uuh. El mal camino.
12:41 p.m.
Por algún extraño motivo, llegué a tu blog, justamente cuando pensaba que me encanta cómo escribes (te he leído en Nexos y otras maravillas) y que nunca he podido encontrar tus libros.
Vendré más seguido. Saludos.
DorisFM
3:45 p.m.
he leido esto en algun otro lugar, pero no recuerdo donde.
2:09 p.m.
10 años y lección aprendida para categorizar la amistad... coincido, aun cuando no tengo una métrica tan especifica...
un placer leerte...
5:25 a.m.
Bien por 'Lodo'. Algo que a un estudiante de filosofía aterra hasta el hartazgo.
Hace meses comencé mi blog por su culpa. Siéntase culpable y léalo, porque es cierto lo que dice Kafka: la culpa es indudable.
http://salgadoboza.blogspot.com
9:26 p.m.
¿Dónde chingados estás?
No he leido nada nuevo desde hace mucho.
....
Te Quiere Fä.
1:55 p.m.
Qué sientes cuándo lees estas pendejadas de comments? no lo lees y dices: Ahh más pendejadas?!! Qué sientes cuando te halagan? No dices?: Ahh que lame culos!!! Qué sientes cuando un lector se toma la "molestia" de comentarte a tí,a una "mala influencia"? Qué sientes cuándo una loca como yo quisiera ver las cosas como tu las ves?
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